Una vez oí comentar que las cosas importantes se dicen en voz baja. Es verdad. Un "!hasta aquí hemos llegado! dicho entre exclamaciones y a gritos no es un punto final, ni siquiera un punto y seguido. Si acaso unos paréntesis entre los cuales uno aclara que tiene derecho a histeriquear tanto como le dé la gana. Cuando algo termina en serio no hay portazos ni insultos ni chillidos. En un tono pausado, y quizás sonando un poco a interrogación, alguien dice "se acabó". No habrá ninguna respuesta a eso. Como mucho una mirada poco prolongada y, si hay suerte, una leve sonrisa. Todo está claro en ese momento. Ya no hay más que hablar. Un último vistazo a esas manos que nos conocen bien, un poco por despedirnos de ellas y un poco por no subir la mirada y aguantar los ojos del contrario.
Ayer refrescó bastante y tuve que volver a guardar las sandalias. Sabía que no iba a ser del todo fácil, pero había que hacerlo. No me gustan los escándalos, así que cerré despacito la puerta del armario para que, por lo menos, no se escuchara el golpe. Al final no hubo dolor. Apenas una leve presión en la garganta que no desembocó en llanto y después una extraña, pero agradable, sensación de ligereza.
16 comentarios:
"Cuando algo termina en serio no hay portazos ni insultos ni chillidos".
Sentencia absoluta y quizás por eso equivocada.
Cuando algo termina en serio y antes ha sido capaz de trenzar cosas importantes ... cortar siempre duele mucho y, en general, el dolor produce portazos, insultos y chillidos en algún lugar.
Equivocada, casi seguro. Sólo era una opinión, pero sí que a veces sueno sentenciosa. De todos modos, sigo pensando igual. No hablaba de cortar algo, sino de aceptar que ya está terminado. Si no hay tejido vivo no hay gritos.
Caellach creo que no es. ¿Investigador, es usted? Porfa, identifíquense. Me gusta llamarles de algún modo.
Quieres que me identifique ... bien, ahi fue.
Anónimo forzado = Investigador
Me encanta tu blog. Escribes y describes muy bien las cosas. He vencido mi vagancia para registrarme y decirtelo. Y, se me olvidaba, felicidades algo tardías, pero felicidades por tu entrada en la nueva decena.
Un saludo.
Investigador, mucho mejor. Así estoy segura de con quien hay desacuerdo.
Kafkaf, gracias por el cumplido (¡qué vergüenza me dan estas cosas!), gracias por la felicitación y, sobre todo, gracias por el esfuerzo de registrarte. Besos.
por ahí el punto también está en que cerrar un armario no es lo mismo que entregar algo al fuego. Por otra parte tiendo a creer en esa sentencia acerca de la ausencia de portazos y chillidos e insultos cuando algo termina en serio.
Beso grande compañera
Ay las sutilezas que ayudan a sostener un discurso... "Terminar algo en serio" - más allá de esas sutilezas- es cortar absolutamente todos los vínculos armados, de los cuales generalmente (repito, generalmente) pocos son los que merecen y necesitan ser cortados.
De ahi el dolor y los chillidos y los portazos y la bronca... el dolor de que tenga que ser asi.
Porque... no queríamos que fuese asi ¿no?
Es cierto que en los filmes no hay chillidos ni portazos y los personajes resuelven como si la vida fuese un continuo deja vu, ante el cual sólo se responde con una leve sonrisa de costado y, a veces, levantando el hombro por si alguien no entendió que no importa nada.
Pero eso...en los filmes.
Lo que yo creo, es q a veces no se tiene el valor d mirar a la cara a alguien q se amo y decirle "se acabo", y tener q vivir esa situacion q vos tan bien describis.
Entonces es mas facil dar un par d gritos, un fuerte portazo y salir d esa situacion lo mas rapido posible.
Besos
Sin hogueras, que eso también es un poco escandalizar. Gracias, Mich.
Investigador, las sutilezas son lo que hacen que una las cosas sean distintas. "La vida es cine" decía la canción. Mejor media sonrisa que arrancarse los ojos como en la tragedia griega.
No sé si valor, Bren. A lo mejor decirlo es la forma más rápida de salir por patas y que no tengan ganas de seguirte.
Parafraseando a Homer Simpson..."Me aburrrrroooo"
Caellach: te invito a leer esto como ayuda...
Caellach, por ahí te contestaron de manera más amable, pero yo voy a citar a mi madre:
"Pos cómprate un mono"
Y ¿qué culpa tengo yoooooooo?
Hala, por meterme prisas para que actualice te planto link, aunque aún no querías. Besooo.
Querida amiga, como te he dicho muchas veces, nunca hay que cerrar las puertas sino entornarlas. Quién sabe si en el momento más inesperado alguien está dispuesto a abrirla nuevamente. Una puerta entornada llama a la curiosidad...
Ahora que empieza el frío no es buen momento para puertas entornadas. Jur, después de diez años que todavía tengas esperanzas de que yo cambie...
Pues sí, soy así de optimista...
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