lunes, 12 de mayo de 2014

Elvira en el museo

Hace dos años, ya en la primera mitad de la cincuentena, me quedé viviendo sola. Manolo, mi ex, se fue un día de otoño en 2008, mi hijo Manuel por fin se decidió a vivir con su novia como un año después y a Rebeca, la menor, le salió un trabajo en un hotel de Mallorca y para allá se fue. Manu vuelve a estar soltero y pasa más tiempo en mi casa que en la suya y Rebe se quedó en el paro este invierno y la tengo de nuevo viviendo conmigo. No, a Manolo sí que no le dejo volver por más que me fría a llamadas. Total, que ahora para estar conmigo misma me toca irme de paseo. 

Esta mañana me he levantado tarde y ya no he podido ir a pilates, de modo que me puesto unos zapatos cómodos y me he venido al centro a echar el rato. Ahora mismo estoy en el Thyssen poniendo cara de señora interesante mientras por dentro me siento como una niña en la feria. No sé nada de arte ni soy asidua a los museos, pero aquí estoy, mirándolo todo como si me lo quisiera beber por los ojos. Llevo ya como diez minutos delante de un retrato de una señora con un vestido verde espectacular.

John Singer Sargent
Retrato de Millicent, duquesa de Sutherland
1904

Debo reconocer que me paré aquí delante porque me llamó la atención el traje y me he quedado porque la del cuadro me mira y me dice cosas. No, no oigo voces de momento, simplemente me mira, la miro y pienso. Me ha recordado mucho a mi Manuel y su altivez en la pose, aunque yo sé que casi siempre es la forma de disfrazar su miedo. 

Quizás alguna gente es dura porque no ha aprendido a ser fuerte. Como madre está feo que yo diga que mi hijo es más bien débil y se comporta como un John Wayne de extrarradio. El caso es que lo es, lo mismo que su padre que ni es duro ni fuerte, igual que mi hija. He observado que Rebeca tiene problemas de adicciones como dicen en la tele, o sea, que si no se mete algo no tira de sí misma.  Yo soy la madre sensible y fuerte que está a cargo de los vaivenes emocionales de todos y, como no soy dura, no puedo mandarlos a la mierda y regodearme en mi debilidad y mis deseos.

2 comentarios:

NUIT dijo...

Muy interesante la verdad que esa pintura que veias en el museo esta hermosa.. ese verde queda bellisimo.

Y si no te molesta la pregunta, que al ser madre y tener a tus hijos de vuelta a casa, estas deseando que se fueran? Y si lo es, te gusta estar sola? o es algo que mejor sola que mal acompañada?

Ele dijo...

No es una historia totalmente personal aunque quizás las conclusiones sí. Habla más de cómo alguien que ha sido el referente de un grupo (familiar en este caso) se ve expulsada de él y cuando empieza a sentirse bien con lo que es y con su vida nueva, vuelven las responsabilidades de una manera poco generosa con ella.