domingo, 15 de marzo de 2009

Locura

Meester snyt die Keye ras, myne name is lubbert das


La Extracción de la Piedra de la Locura era una supuesta operación quirúrgica realizada durante la Edad Media. Según los testimonios escritos, consistía en la extirpación de una piedra que causaba la necedad en el hombre, la suprema estupidez. Los testimonios dan a entender que algunos casos que realmente se ejecutaron tenían el carácter de una lobotomía. En la práctica más frecuente, esta extracción era un rito simbólico que el curandero realizaba sobre el paciente, para curarle de la estulticia. El Bosco plantea la escena en un círculo, rodeado por una leyenda en hermosos caracteres góticos: "Maestro, quíteme la piedra, me llamo Lubbert Das". Este nombre es un tópico en la cultura neerlandesa para designar al culmen de la estupidez humana. Además, el personaje que le opera lleva en la cabeza un embudo, tal vez alegoría de la locura, y está acompañado por dos religiosos, un clérigo y una monja, que lleva sobre su cabeza un libro cerrado; esto nos inclina a pensar que sean alegorías de la superstición y la ignorancia, de la cual se acusaba frecuentemente al clero. Este tema, unido al formato circular que podría remitir al de un espejo, parecen arrojar al mundo la imagen de su propia estupidez al desear tan erróneamente superarla.
Fuente: http://www.artehistoria.jcyl.es

En el cuadro, la piedra resulta no serlo, lo que extrae el sabio es una flor que simboliza el dinero que ha estafado con esa “curación”. No es el cuadro que más me impacta de El Bosco ya que, como no soy una entendida en arte, el que me sobrecoge es el famoso tríptico de “El jardín de las Delicias”. Pizarnik tiene una obra que también se llama “Extracción de la piedra de la locura”, pero como me desconcierta un poco esta mujer sólo dejaré este enlace por si queréis escuchar algo.

Bueno, todo esto venía a que este ¿blog? comenzó hace unos meses con un entrada que tenía por título “Lucidez“. Nada que mejor que cerrar con locura un ciclo que comenzó con lucidez. ¿Qué depara el próximo giro? Ni idea. Además, es lo que tienen los círculos, que una vez que estas recorriéndolos nunca tienes claro donde empiezan y terminan, solamente puedes seguir caminando sobre su infinita curva. Veremos con qué inauguro la siguiente vuelta (se aceptan sugerencias). Yo, con que la fuerza centrífuga eche fuera lo que ya no quiero, me conformo. De momento me quedo con mi piedra y pobre del tonto con embudo que sea crea con derecho a sacármela.

4 comentarios:

NegroShot dijo...

el clero ignorante?
Nahhhh, a ud. la han engañado, jejeje

Ele dijo...

Negro, engañarme a mí es muy fácil. Le tengo que confesar que temía su aparición. Se le recibe con los brazos abiertos y un pelín de acojono.

NegroShot dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
NegroShot dijo...

jajajaja, veo que mi fama me precedió... Pero como dice el Indio Solari, quisiera ser la mitad de lo que de mi se dice