martes, 26 de agosto de 2008

Amenazas

Acaba de sonar el teléfono como lo hace cada día. En principio todo parecía normal. La misma retahíla de siempre que ya estaba dejando de molestarme. De pronto, la voz que me habla se pone oscura y surge la amenaza. Me quedo sin respirar por un momento y tengo que aclarar que sigo ahí, que no se ha cortado la llamada. Cuelgo, me siento. El recuerdo de "Casa tomada" me golpea en ese instante y empiezo a sentir como me muerde el miedo. Me voy a la calle. Necesito pensar que todavía puedo huir.


9 comentarios:

MICH dijo...

siempre me resultó gloriosa esa última oración del cuento.

ele de lauk dijo...

Qué bueno tu blog , tocaya de ojos azules !

Ele dijo...

Tamos de acuerdo, Mich. Apunto que ya van dos.

Muchas gracias, Ele. Espero que no hayas pensado que has encontrado una tocaya loca por lo que has leído. Besos y precioso apellido elegiste (creo que no te lo dije la otra vez que nos encontramos por ahí).

Bren dijo...

Q se puede decir del cuento, como todo lo suyo magnifico, una pena q nos haya dejado.

Ele dijo...

De momento, unanimidad respecto al cuento. Bren, ¿sabes que horas después de publicarlo me di cuenta de que hoy hubiera cumplido años? No iba adrede pero cayó así.

Bren dijo...

Ya lo dicen no existen las casualidades.

Manón dijo...

oh, "casa tomada", conozco la sensación, creamé que cada vez que veo avanzar los juguetes de ArmandoBardo por el patio, el pasillo, la mesita ratona del living, los sillones, la mesa de la cocina, los bordes de la bañadera, mi mesita de luz...

Anónimo dijo...

“Bien podría representar todos mis miedos, o quizá, todas mis aversiones; en ese caso la interpretación antiperonista me parece bastante posible, emergiendo incluso inconscientemente”

Julio Cortázar

puesto por <anónimo obligado>

Ele dijo...

Manón, te quejas y seguro que más de una vez te has sorprendido sonriendo ante esa invasión.

Anónimo, me pusiste el "obligado" para hacerme sentir culpable. ¡Qué jodío!