
Queridos Reyes Magos:
Os escribo tan pronto porque Correos cada día va peor y mi amiga ya no trabaja ahí, lo que hace que no tenga influencias para acelerar el envío y además contribuye a que se incremente el grado de ineficiencia del servicio.
Si fuera todavía inocente, mis peticiones no serían materiales y esperaría con fe que me trajeseis una caja de ganas de comerme el mundo, una bolsa de respuestas sencillas a preguntas complicadas o un camión lleno de besos. La experiencia me ha enseñado que es mejor enviar ese tipo de solicitudes a otras direcciones y a vosotros pediros cosas que se puedan comprar.
Para empezar quiero un viaje a Soyapango, Toluca de Lerdo, Beersheba, Surabaya o cualquiera de los lugares con nombre extraño de los que provienen visitas a este blog. A lo mejor busco las casas de esa gente y les enseño fotos de Madrid para corresponder la amabilidad de haberme mostrado algo más de la geografía mundial.
Las madres siempre dicen que entre los regalos de reyes siempre tiene que haber algo útil. Cuando dicen eso suelen referirse a prendas de vestir. En homenaje a ellas os un pido un vestido de flamenca, a ser posible rojo con lunares blancos. Sí, pareceré una sueca en Carnaval, pero creo que es una pieza fundamental para tener un buen fondo de armario.
Por último os ruego que dejéis junto a mis zapatos este práctico objeto. Encargad unos cuantos ya que somos muchas las que necesitamos este tipo de artículos adaptados.
Muchos besos para los tres y recordad que tengo doble ventana, no os vayáis a dejar los morros en el cristal al intentar entrar.